El valor de la transparencia en las Administraciones Públicas

Artículo publicado en el Diario Información el 26/05/2022

La rendición de cuentas o el término anglosajón accountability es uno de los valores de la nueva Administración Pública y sus Gobiernos que ha tenido un fuerte impacto en los últimos años.

En el ámbito de la Comunitat Valenciana, tanto la legislación estatal como la legislación autonómica han tenido un fuerte impacto a la hora de abordar por un lado la publicidad de las acciones políticas en una administración y por otro lado, el acceso a la información pública.

Hay que tener en cuenta la transparencia como valor en confrontación con la corrupción. Es decir, en rendir cuentas a la ciudadanía que elige a sus representantes políticos en las instituciones públicas. La transparencia es el mejor antídoto contra la corrupción. Así mismo, las Administraciones Públicas que informan al detalle de su actividad pública y política no tienen ningún temor a que se gestione con una absoluta transparencia como si las paredes de la institución fuesen de cristal y cualquier persona pudiese ver desde fuera la acción de gobierno.

La cuestión del poder que tiene la ciudadanía de poder pedir información pública a la Administración es un tema que todavía no ha calado socialmente y que debería publicitarse más. Cualquier persona que busque información del funcionamiento económico, político, jurídico, contractual, entre otros, de una Administración Pública y no lo encuentre en su portal web puede realizar una solicitud de información a esa Administración. Pero esto, todavía no es un derecho que la ciudadanía esté demandando salvo en raras ocasiones, exceptuando la información que piden personas interesadas en una determinada cuestión, periodistas, letrados, académicos o investigadores.

Si una Administración no nos responde a una petición de información, en el ámbito de la Administración General del Estado (AGE) significa que tenemos silencio administrativo negativo, esto es, que no nos han dado acceso a la información. Pero en el ámbito de la Comunitat Valenciana, para el resto de Administraciones que no sean la AGE, existe el silencio administrativo positivo. Esto es, que si pedimos información a un ayuntamiento valenciano o a la Generalitat y no nos responde en un mes, tendremos acceso a la información. Si no nos facilita la información, en todo caso siempre tenemos la oportunidad de acudir a presentar una queja al Consejo de Transparencia y Buen Gobierno en el ámbito de la AGE o al Consejo Valenciano de la Transparencia en el ámbito autonómico valenciano que incluye también a las universidades valencianas o a la entidades locales.

Además, cualquier Administración Pública tiene la obligación de tener un portal de transparencia pero también, cualquier asociación o entidad que reciba una determinada cantidad de dinero público, aun en formato de subvención, deben tener o bien una web o bien en el portal de la Administración Pública que le subvenciona, informar del destino del dinero público de hasta el último céntimo de euro recibido.

Está claro que no todas las Administraciones tienen la misma capacidad de tener los mismos sistemas tecnológicos de información pública y sobre todo, de tener la información pública. Para ello, los ayuntamientos de menor población o instituciones públicas de escaso personal deben tener el apoyo de las administraciones superiores. Por otro lado, la transparencia como valor que a veces solo se pone de moda al inicio de las legislaturas con la fuerza y vigor de los inicios o bien, en los finales de legislatura cuando llegan las prisas y no se han hecho los deberes que se tienen que realizar poco a poco, se actualizan estos portales o se intenta encabezar rankings de transparencia a marchas forzadas.

Pero precísamente, todavía no se ha articulado un sistema público con una metodología clara que permita medir la transparencia ante los diversos rankings existentes procedentes de asociaciones o entidades con fines lucrativos que permitan poder medir de una forma clara la transparencia. Lo que no se mide no se conoce y por lo tanto, es necesario homogeneizar la forma de cuantificar los niveles de transparencia.

Es importante hacer pedagogía de la transparencia, explicarlo detalladamente e incluso, introducirlo en el ámbito educativo formal. Puesto que la transparencia de las Administraciones Públicas es un valor que garantiza y legitima la actividad pública que realizan y en la que sus administrados, esto es, el conjunto de la ciudadanía. Ciudadanía que siempre debe tener el poder de control y de fiscalización (y no solo los grupos políticos de la oposición); posteriormente, podrá emitir un juicio de valor el día de las elecciones con su voto.


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