Zapatero y el relativismo

El relativismo se ha convertido en la corriente imperante dentro de la política actual española. El relativismo afirma que no existen valores absolutos, todo es relativo, todo depende (como la canción de Jarabe de Palo). ¿Realmente todo depende? ¿Realmente todo se puede discutir, todo se puede hacer?

 

Una sociedad relativista es una sociedad sin principios que se caracteriza por ser individualista y no pensar en el bien común. Y la labor que ha hecho Zapatero durante la pasada legislatura y  como ya se ha anunciado también en esta, ha hecho un trabajo de “ingeniería social”, haciendo leyes que no repercuten al bien común de la sociedad.

 

A veces Zapatero ha dicho que las leyes están por encima de las personas, y que las leyes están para cumplirse. Y pienso, ¿Cómo va a estar una ley por encima de las personas cuando las leyes se hacen para favorecer a las mismas? Es una contradicción, ya decía Aristóteles que las personas están por encima de la Ley.

 

Zapatero no apuesta por la formación y la educación de los jóvenes porque no le interesa tener una sociedad “que piense”. Si se tiene una baja densidad intelectual, hace que el relativismo tenga un mayor calado y nos conduzca a la dictadura del poder: si no hay convicciones, se impone la fuerza.

 

(Publicado en ABC Edición Comunidad Valenciana el 13 de Septiembre de 2008)

 

Adrián Ballester

Director General del IVAJ

www.adrianballester.es


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Comentarios

2 respuestas a «Zapatero y el relativismo»

  1. Avatar de
    Anónimo

    Totalmente de acuerdo contigo. Debemos pedir a la población desobediencia a las leyes injustas.

  2. Avatar de Jesús

    Por encima de la ley estan las personas que configuran una sociedad. Nuestra sociedad es compleja por eso necesita del derecho para resolver los conflictos entre particulares. Las leyes son normas dictadas por una autoridad pública que a todos ordena, prohíbe o permite, y a la cual todos deben obediencia. Las contradicciones y las especulaciones políticas convertidas en ley para rellenar voluntades de minorías o ganarse favores políticos de futuros votantes no es otra cosa que el mal uso del Derecho Positivo en favor particular cuando el ejecutivo debe observar la generalidad. Saludos.

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